jueves, 26 de enero de 2017

SILENCIO



“Grandes ondas de silencio vibran en los poemas”
Gaston Bachelard

Cuando advertimos la existencia de experiencias que no pueden ser definidas ni verbalizadas, o peor aún, que en el intento por hacerlo terminamos disolviendo la esencia de lo inefable, descubrimos en el silencio un recurso valioso para custodiar, celosamente, lo que en algún momento fue conquistado. El silencio posee grandes capacidades para conservar aquello que, expuesto a la intemperie del mundo, termina por oxidarse y perder su brillo original;  aquel brillo que cuando fue contemplado cegó nuestra mirada prosaica y nos indujo a cerrar los ojos en busca de una interioridad reflexiva desde la cual se atisba el mundo con mayor profundidad. Visto así, el silencio es sobre todo una abstención.

Vincent Van Gogh. Noche estrellada sobre el Ródano, 1888

viernes, 13 de enero de 2017

MÚSICA

“El encantamiento producido por la música en la experiencia personal extiende los poderes del afecto y de la inteligencia más allá de los límites de lo prosaico y permite adentrarse en territorios siempre nuevos, siempre inexplorados, poblados de imágenes que solo existen por el conjuro musical. Es una manera de percibir lo imperceptible, de describir lo indescriptible”. 

Alberrto Saldarriaga 


Sin depender de la materia como mediación, la música conquista el espacio desplegando su estructura sonora en él; y lo hace hasta crear una atmósfera tan jalonada por tensiones que es capaz de modificar estados anímicos o incluso la conciencia del hombre que se encuentra bajo su influencia. La música no opera alterando la constitución física de las cosas, pero si las intenciones bajo las cuales el hombre percibe el mundo material.

Pablo Picasso. Guitarrista, 1910

jueves, 5 de enero de 2017

ARTE

“el hombre es por naturaleza artista; jamás recibe pasiva y exactamente en su intelecto una representación física de las cosas que lo rodean. Está operando siempre una adaptación continua, una transformación de los hechos en imágenes humanas, merced a los toques constantes de sus sentimientos y su imaginación”

Rabindranath Tagore

Con una claridad mucho más diáfana que la actual, el hombre primitivo reconocía las facultadas que posee el arte para vincularnos con aspectos de la realidad normalmente vetados por otras vías de conocimiento. No existe civilización que se haya atrevido a prescindir de él y sus productos como medio para acceder a estratos de un mundo que solo pueden ser avizorados  desde la integridad de nuestra condición humana.

Eduardo Chillida. Peine del viento, 1977