miércoles, 26 de octubre de 2016

RITMO

RITMO

Ama tu ritmo y ritma tus acciones
bajo su ley, así como tus versos:
eres un universo de universos
y tu alma una fuente de canciones.

La celeste unidad que presupones
hará brotar en ti mundos diversos,
y al resonar tus números dispersos
pitagoriza en tus constelaciones.

Rubén Darío



Dentro de la multitud de  estímulos que nuestros sentidos captan, deben ser los ritmos los que  con mayor facilidad se asimilan, encarnan y  más por el instinto que por la razón, alinean nuestras acciones a sus preceptos. Suelen ser básicas las normas del ritmo: elementos diversos de naturaleza perceptible, se reiteran en lapsos temporales o espaciales predecibles, advirtiendo con cierta facilidad el patrón que convierte a las unidades en sistema.
   
Museo de las colecciones reales, Mansilla y Tuñón, Madrid
Preexistencias rítmicas biológicas como indicios básicos de nuestra vitalidad concilian con la efectividad de los ritmos externos. Pulsaciones arteriales, cardíacas, sístole y diástole, aspiración y exhalación; son expresiones tan primarias e inherentes a nuestro ser biológico que en lo cotidiano pasan inadvertidas pero ante lo ajeno o la enfermedad manifiestan de manera explícita su alteración.

Ese ineludible apego humano a lo rítmico como expresión vital interna, facilitará la adhesión a los símiles externos que mediante la reiteración de las unidades no solo crea coherencia en las estructuras sino que genera un campo reverberante al que el ser humano  no puede mantenerse indiferente. El hombre siente normalmente satisfacción al encontrar constancias que puede predecir y acompañar con su movimiento corporal, como es el caso de la danza, pero la reiteración monótona de sonidos puede ser también un modo de tortura. Adherencia o rechazo, la indiferencia no cuenta como elección. 

Detalle de Ventanas incas alineadas, Templo del Koricancha, Cusco

El poder del ritmo como estímulo para el ser humano fue advertido desde épocas remotas. La contemplación del cosmos a través de períodos prolongados detectaba constancias cíclicas cuya matemática recurrencia evidenciaba indicios tangibles de un lenguaje divino. La geometría sagrada aplicada a los edificios más emblemáticos patentizaba intentos de concordancia y adscripción a este orden entendido como sagrado. Así mismo, los rituales que en ciertos períodos intentaban comunicaciones más directas con los dioses, incluirán también la repetición y el ritmo como recurso para acceder a otros niveles de conciencia espiritual: El Om de los hindúes como oración vibrante, así como el resto de sus mantras, o más tarde las letanías cristianas son ejemplos claros del reconocimiento del ritmo y las vibraciones para interactuar con el hombre, aludiendo a una esencia originalmente pre material.   

El ritmo será también instrumento estimado para la constitución de los artefactos arquitectónicos , no solo como un recurso compositivo, lo será también en su capacidad propiciatoria para la consolidación de esos espacios reverberantes en donde la materia comulga con el palpitar humano y con las fuerzas de la naturaleza reconocidas como manifestación sagrada. La arquitectura palpita a través del ritmo.

Nuevo estadio de Burdeos, Herzog y de Meuron, Francia 

Además de la intensa utilización del ritmo en el ordenamiento y composición de fachadas, deben ser los claustros monásticos y conventuales, los espacios occidentales que con mayor acierto han sabido hacer uso del ritmo en su intento de inducir al religioso a entrar en comunión con un orden sacro mediante el sometimiento del orante a la métrica de las galerías. Y es que el espacio ritmado alcanza sus cotas más altas de efectividad mediante el ritual. Ritmar el orden del espacio con el de la letanía debe haber sido uno de los mayores logros del mundo espiritual de occidente. Cuando el aliento entrecortado por el andar se convierte en oración el monje respira y se funde con la esencia de un espacio sagrado.

Claustro de Saint Michel, Normandía, Francia

Ritmos sonoros, ritmos del espacio, ritmos vitales; convocan a la poesía, y a través de ella a un pasado remoto en donde toda la materia y la energía del universo ritmábamos bajo un mismo son.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario